En las montañas de Corea, sobre todo por aquellos lugares cercanos a templos, tumbas u otros lugares sagrados, se puede visualizar que alrededor hay curiosos montoncitos de piedras.
Son pequeños montones de piedras que la gente va poniendo con la finalidad de pedir un deseo o esperar algo bueno. Esto tiene su origen en la cultura y religión tradicional coreana. Alrededor de estas tradiciones giran los espíritus protectores .
Esta idea también conlleva la creencia en los espíritus del bosque y de la naturaleza. Y dentro de esos espíritus se incluyen las piedras. Por eso, originalmente se creía que, juntando la esencia de muchas piedras en un mismo lugar, se puede conseguir buena suerte, fortuna, esperanza, etc. Como el budismo es una religión que, a diferencia de otras, siempre ha respetado las creencias anteriores, no es difícil ver muchos montones de piedras cerca de los templos o en los mismos templos.
Aunque muy poca gente en Corea es creyente de las creencias espirituales
ancestrales, sí que es cierto que hay un feeling étnico hacia todo lo
que es parte de sus orígenes. Por esta razón los coreanos continúan con
esta curiosa práctica de amontonar piedritas pidiendo deseos y
probablemente continúe durante mucho tiempo.

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