Antes de convertirse en la Diosa de la Luna y sufrir la eterna soledad lunar, la bella inmortal Chang E vivía en la Tierra con su marido, el héroe enviado por el Dios del Cielo que derribó nueve soles y aniquiló los demonios del mundo. Aunque el pueblo lo admiraba profundamente por sus abnegadas proezas, su mujer se quejaba de la constante soledad, ya que su marido siempre andaba fuera de casa batallando con los malos espíritus. Además, le horrorizaba la idea de envejecer y morir como cualquier mujer mundana.
Para acabar con la amargura de su mujer, el marido salió un día en busca de la Diosa de las Montañas para que le diera elelixir de la inmortalidad. Conmovida por la abnegada labor que desarrollaba el desinteresado hombre, la diosa le concedió una hierba mágica, advirtiéndole que la tendrían que tomar los dos al mismo tiempo, Si no, no respondería de las consecuencias.
El hombre volvió contento con la hierba providencial y pidió a su mujer guardarla en sitio secreto para tomarla juntos algún día que no tuviera que salir a luchar contra los demonios.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsBQ0daoUrcNUlAi1YPN_xjZh3gqce3KjQE0OSHJ2VwbQENdvnrohbsXakzvvsNPSeNu_CvT7tvmzemgfQchf4Y1xYv8n8KTiT1NKytollIgPDnAshXsljCOJ9kCDbZQOIKKDXinEuAVE2/s280/otoke+katarsiiiiiiiiis+(1).jpg)
Unos dicen que la apenada dama se convirtió en un sapo de repugnante apariencia, y otros dicen que sigue tan hermosa como siempre, pero más sola y melancólica. En los días de luna redonda, puedes contemplar la Luna y la podrías encontrar debajo de un árbol de laurel, acompañada de un conejo blanco, sufriendo la eterna soledad.
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