El pino es apreciado por muchos coreanos. Una popularidad se debe a la estrecha relación que este árbol guarda con la vida de los coreanos, y a los múltiples usos que se le dan. Hace mucho tiempo, cuando nacía un niño, los coreanos solían colgar ramas de pino en la entrada de sus hogares, pues creían que con ello el recién nacido viviría tanto como el árbol y crecería tan fuerte como este. La madera del pino fue un material básico en la construcción de las viviendas tradicionales conocidas como hanok. La permanencia e inmutabilidad que se asocian al pino son virtudes a las que se alude en la letra del himno nacional de Corea.
Geumgangsong, famosos pinos de Corea
Sonamu, que significa literalmente “árbol principal” o “árbol de la más alta jerarquía”, es la palabra coreana para designar al pino. Por sus excepcionales características, el Geumgangsong o pino de geumgang, el cual crece en la cadena montañosa de Baekdudaegan, es un pino al que se tiene en muy alta estima. Esta cordillera recorre a lo largo la mayor parte la península de Corea, así como en Nakdong Jeongmake, la cordillera que se tiende del sudeste de Busan a la montaña de Taebaksan.
La madera de alta densidad del Geumgangsong es lo que le da a este su bella coloración, además de su fuerza y relativa resistencia a la putrefacción. Por ello, este árbol de pino fue considerado como material indispensable en la construcción de pilares y cumbreras de los palacios. Al darse cuenta de las notables cualidades de este árbol, las familias reales de la dinastía Joseon (1392-1910) prohibieron estrictamente la tala de árboles de los pinares de Geumgang, y sólo se permitió su uso en obras púbicas, como la construcción de palacios.
Uno de los más grandes y populares bosques con pinos Geumgang se encuentra en Uljin, en la provincia de Gyeongsangbukdo. Este extenso bosque cubre un área de 2.247 hectáreas, y está atestado con aproximadamente mil árboles enormes, los cuales en promedio tienen de 20 a 30 metros de altura. Su edad promedio es de 150 años, y el más antiguo de ellos tiene 520 años. A partir de 2006 se permitió el acceso al bosque a través de un programa de turismo ecológico.
Desde tiempos remotos, los coreanos han mantenido creencias especiales sobre las fuerzas de la naturaleza, especialmente a través del animismo.
“Algunas manifestaciones naturales tienen más poder que otras [para los coreanos]”, afirma Daniel Tudor, corresponsal en Corea del diario The Economist, en su libro “Korea: The Impossible Country” (Corea, el país imposible). “Por ejemplo, hay pinos seculares que se considera que poseen una individualidad o personalidad propias. Un fuerte árbol puede ser benéfico o protector de una aldea, atrae la buena suerte y es un punto de referencia central en la comunidad”.
Los pobladores de la aldea de Nagok, en Hwayang-ri, en la provincia Gyeongsangnam-do, tienen un árbol al que consideran que los ha estado protegiendo durante más de 500 años. Este antiguo árbol, de 17 metros de altura y seis de diámetro, está en buen estado de conservación y es el monumento nacional número 289.
En Nagok, la creencia en el poder y beneficencia de este árbol se viene transmtiendo oralmente desde la época de la Guerra de Corea (1950-1953). De acuerdo con la tradición folclórica, los jóvenes de esta aldea que fueron reclutados para ir a la guerra rindieron culto y oraron a este árbol antes de partir, rogándole que les permitiera regresar sanos y salvos. En la confrontación bélica ninguno de estos soldados murió ni fue herido, algo que fue posible gracias al poder de dicho árbol, de acuerdo con las creencias de los habitantes de la localidad.
Fuente de inspiración para generaciones futuras
Con objeto de conservar el valor cultural, histórico y etnológico del árbol para las generaciones venideras, el Instituto de Investigación Forestal de Corea, en colaboración con la Administración del Patrimonio Cultural emprendieron la realización de un proyecto para obtener el DNA de los árboles considerados como monumentos nacionales, a fin de garantizar su permanente conservación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario