Seul.
La ciudad de Seúl
ha sido el centro de la política, la economía, la cultura y el
transporte de Corea durante seis siglos, desde el rey Taejo, fundador de
la dinastía Joseon, quien trasladó aquí la capital en el 3r año (1394)
de su reinado.
Hoy
en día, un cuarto de la población del país vive en Seúl, el cual sirve
como núcleo de todas las ramas del conocimiento. Seúl preserva numerosas
reliquias de la dinastía Joseon: las puertas Heunginjimun (Dongdaemun) y
Sungnyemun (Namdaemun); cinco palacios existentes, llamados
Gyeongbokgung, Changdeokgung, Changgyeonggung, Deoksugung y
Gyeonghuigung; tumbas reales, que incluyen Hongneung y Seonjeongneung;
así como la Escuela Confuciana Sung Kyun Kwan.
El
legado de la ciudad serpentea a traves de sus callejones laberínticos, y
Seúl ha surgido como punto de referencia global de la modernidad con
muchas atracciones que no debe perderse: el parque de atracciones Lotte
World; la Torre N de Seúl, muchos parques y museos; los grandes
almacenes y otros emporios; bares de jazz; cafés, casinos, etc. Todo
esto convierte a Seúl en un destino favorito entre los visitantes y un
lugar que los viajeros, incluso los más experimentados, desean visitar
de nuevo.
La
capital coreana se ha convertido en el centro de toda la nación y un
creciente número de turistas la visitan para experimentar su rica
cultura. Una vez devastada por la guerra de Corea (1950-1953), Seúl es
una metrópolis de 10 millones de habitantes. Desde su elección como la
capital del reino de la dinastía Joseon, Seúl ha sido un tesoro
arquitectónico, lleno de edificios bien conservados desde los tiempos
antiguos.
Seúl es una ciudad de
contrastes. El ritmo de Seúl es rápido. Es una metrópoli que nunca
duerme y que puede abrumar al visitante con letreros de neón llamativos,
un sinfín de tiendas, tráfico denso, y las calles llenas de gente. El
ruido, el tráfico y los modernos rascacielos parecen extrañamente fuera
de lugar, ya que sólo a una manzana de distancia una corriente perezosa
serpentea bajo un puente de piedra de muchos siglos de antigüedad.
Hoy
en día, nos encontramos que Seúl es una metrópolis moderna y totalmente
internacional. Palacios tranquilos, hermosos parques y jardines, museos
con colecciones únicas, templos budistas, ruinas de la antigua
fortaleza con magníficas puertas, enormes complejos deportivos, centros
comerciales fascinantes.
La
moderna Seúl ofrece una excelente oportunidad para ir de compras. En
ella puede encontrarse fácilmente todo tipo de souvenirs y productos de
artesanía de calidad. Sin duda, Seúl es una de las pocas ciudades en el
mundo donde el pasado y el futuro coexisten en perfecta armonía.
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