"The Gaijin life" es comúnmente llamada la manera de vivir que adopta un extranjero en Japón. Normalmente esta forma de vida viene caracterizada por una serie de factorespositivos y negativos pero que curiosamente nunca puede equiparar el nivel social que tiene un nativo. Una persona extranjera (gaijin) siempre será considerada gaijin, tanto para bien como para mal, cosa que puede llevar al desquicio a más de uno con pensamiento de instalarse en tierras niponas.
Para algunas personas "The Gaijin life" no es más que una vidorra ya que en Japón el fenómeno occidental resulta muy exótico, hasta el punto de sentirse observado y elogiado como si fuéramos los reyes del mambo. En este sentido tenemos ciertas ventajas, dado que somos gaijin los japoneses pueden pasar por alto ciertas cosas relacionadas con las costumbres y los modismos, de forma que podemos cometer algunas "macanas" sin que se nos tiren encima (por lo general). Todo esto está bien por unos meses, pero obtener una nacionalidad es sumamente dificil y no muy agraciada. Todos sabemos que los japoneses son gente con un alto grado de educación y amabilidad, allí es muy común encontrar las puertas de las casas sin la llave puesta, o pequeños chiringuitos a pie de calle ofreciendo fruta sin nadie que lo vigile, simplemente hay un cartel con el precio y un recipiente para dejar el dinero; nadie pensaría robar el dinero ni la fruta. Si alguien pierde algo de valor por la calle es probable que lo vuelva a recuperar buscando en el mismo sitio, o a malas en objetos perdidos de la comisaría de policía más cercana.
Ha llevado muchos años preservar ese nivel de armonía japonesa, y ojalá siga así. En parte es comprensible el racismo japonés en ese sentido. Sería una insensatez abrir la puerta a todo el mundo porque se perdería la esencia en las costumbres niponas y si algo caracteriza a Japón es que es Japón, válgase la redundancia.
Esto no es nuevo ni mucho menos. Después del Tratado de Kanagawa firmado en 1854 Japón volvía a abrir sus puertas al comercio mundial después de 251 años de aislamiento por culpa de intentos de conquista militar y cultural por parte de tropas occidentales. Es normal que Japón tenga miedo a los extranjeros, pero también tenemos que comprender que están en todo su derecho y no han sucumbido aún a adoptar pensamientos inmorales de occidente; es simplemente digno de elogio.
Fuente : http://www.davekun.com
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