Japón
ha anunciado recientemente
su intención de introducir un sistema de inmigración basado en puntos que
otorgan preferencia de visa a los profesionistas altamente calificados, ya que
el país necesita de trabajadores para llenar el vacío dejado por el declive de
su población económicamente activa.
¿Por qué Japón se opone a la inmigración
abierta? ¿Qué cambios se deben realizar a su sistema de inmigración?.
Jon
Heese, un concejal en la ciudad de Tsukuba, y uno de los pocos políticos
nacidos en el extranjero que son funcionarios del gobierno japonés, afirma que
uno de los principales factores es el miedo.
“Las personas temen el cambio. La
mayoría de los japoneses están acostumbrados a hacer las cosas de cierta manera
y tienen miedo de cambiar las cosas para dar cabida a los recién llegados”.
“Otro factor es el racismo, sólo se
tiene que ir a unos pocos kilómetros fuera de las grandes ciudades y caminar
por la calle para escuchar constantemente decir a los niños la frase “Gaijin
da” cuando ven a un extranjero”.
“También está el factor de la
educación. Los japoneses tienen una larga historia de “lavado de cerebro”
que les inculca el temor hacia los extranjeros. Los términos”yabunjin” y
“kebunjin”, ahora son más frecuentes, sobre todo cuando la policía
frecuentemente le atribuye los delitos a los chinos. Muchos japoneses
creen que los extranjeros son más propensos a cometer crímenes, a pesar de las
estadísticas que muestran lo contrario”.
“Por último, Japón tiene un
nacionalismo excesivo, en mi opinión, eso es tan malo como la religión. Para
los japonese les resulta dificil creer que una persona que no nació en su país
tenga un sentimiento de amor por su patria, es decir, si hubiera una guerra,
los extranjeros no serían capaces de luchar por su país. Por eso no pueden
confiar”.
Los
beneficios que los inmigrantes llevan son muy evidentes en los países más
abiertos. Ellos tienen sus propios restaurantes, ofrecen servicios como
agencias de viajes, en la construcción, reparación o empresas de
importación/exportación, y de esta manera pueden mantener contacto con su
país de origen, enviando y recibiendo mercancía.
Sin
embargo, toda gran afluencia de extranjeros va a causar fricciones culturales.
El
idioma Japonés es difícil de dominar, sobre todo el escrito. Dicho esto,
los inmigrantes que tienen más posibilidades de prosperar son principalmente de
China y Corea, ya que los chinos conocen muchos de los kanji usados por los
nipones, incluso los coreanos tienen más facilidad para aprender el idioma,
incluyendo a los inmigrantes del sudeste asiático.
Los
inmigrantes latinos, por ejemplo, que no saben leer ni escribir japonés, tienen
menos oportunidad de participar en actividades políticas y culturales. Tienen
dificultad para comunicarse con los maestros de sus hijos y finalmente, tienen
menos probabilidades de alcanzar una posición de respeto en la comunidad
japonesa, pero sobre todo, no se integran a la dinámica de comunidad dentro de
la sociedad japonesa.
Si
Japón decide suavizar las reglas de inmigración, el mayor temor es que se
permita la creación de “ghettos”. Un ”Chinatown” es una cosa, pero si hay
poca interacción entre las comunidades, eso sería un caldo de cultivo para los
problemas.
¿Qué
tipo de inmigrantes necesita Japón?
Dado
el envejecimiento de la población, se diría que los trabajadores de la salud,
enfermeras e incluso los médicos tendrán una gran demanda. Por ahora, las
enfermeras están siendo preparadas en Indonesia y las Filipinas por el sistema
de salúd japonés, pero ya que la demanda aún no es suficientemente grande, los
sindicatos de enfermeras niponas están presionando para mantener fuera a las
enfermeras extranjeras con duras exigencias, comenzando por el idioma.
¿Que
otros cambios necesita el sistema de inmigración japonés?
El
principal punto del que debería preocuparse, es dejar de lado su política de
nacionalidad única. Muchos países desarrollados permiten la doble
nacionalidad. Japón se está engañando a si mismo si piensa que va a ser
capaz de conseguir suficientes trabajadores sin ofrecer una verdadera rebanada
del pastel. Por desgracia, la vieja generación de políticos no permitirá la
doble nacionalidad, por lo menos, de aquí a 20 años.
Japón
tiene que dejar entrar a 20 millones de inmigrantes en los próximos 20 años, si
se quiere frenar la espiral de muerte en su población.
Es
seguro que No habrá escasez de puestos de trabajo para las próximas dos ó
más generaciones. El pueblo japonés tiene un fuerte interés en tener
éxito. A medida que han enfrentado desafíos similares en el pasado,
superando grandes obstáculos, es seguro que también en este caso lo harán en el
futuro.
[Fuente:Yumeki]
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